Madruga, octubre 24 de 1960
Srta. Lucía González
Artemisa
Mi dulce amor:
Te saludo en el nombre del Señor deseando que estés bien. Yo me siento bien, gracias a Dios.
Mi amor, recibí una carta que no esperaba tan pronto, me llenó de alegría y especialmente la determinación de la fecha de nuestra boda me hizo sentir olor a realidad en mi sueño. Creo que es una fecha apropiada si tú no te has ido para Oriente antes.
Enseguida le escribí al apóstol para saber si le parece bien esa fecha, o por algún motivo debe cambiarse.
Aproveché la oportunidad y en la misma carta respondí a una circular pidiendo obreros para el extranjero. Respondí: “Heme aquí, Señor” y le manifesté mi deseo de si me tocaba a mí salir para afuera, irme contigo. Yo creo que si por la voluntad de Dios soy escogido para esa obra, no iré sólo, porque según Felipe allá hace falta una mujer, y en segundo, tú tienes pasaporte y todo listo.
Recuerda que una vez te dije que mi amor iría creciendo, ahora te digo que está grande y no se detiene, sigue en aumento. Tu carta me ha hecho quererte más. Soñé contigo en estas noches y ya era el día de la boda. El sueño me ha hecho quererte más, ¿y tú? Yo sé que me quieres.
Las últimas noticias me han entristecido y me han hecho más responsable. Oremos más para que Dios nos sostenga fieles.
Lucía, yo también quisiera que nuestra boda afuera en La Lisa, pero sí nuestras familias no se arrepienten antes y tú tienes que ir para Oriente, es mejor que sea en la parte central; para ese tiempo estaremos nosotros terminando en Matanzas. Averigua más o menos en qué lugar estarán ustedes.
Ahora recuerdo que cuando vengamos al cumpleaños del apóstol podemos quedarnos y así será en La Lisa. De todos modos el lugar es lo de menos, lo interesante es que sea bajo bendición y que sea pronto. Yo no sé si iremos a los cultos de La Lisa o tendremos que ir a Colón. Mañana va Samuel a La Playa y nos quedamos aquí sin saber cuándo y cómo seguimos.
Sueño y me imagino tantas cosas que no sé que resultará de todo. Aquí nos estamos cantando “Las golondrinas unos a otros”.
Contéstame a lista de correo, Las Vegas, pero no te demores, porque no quiero que se pierda la carta.
Pienso que quiero decirte muchas cosas, pero al escribir no pongo mucho de ello; queda en depósito.
Recuerdos a los hermanos; te quiere tu novio,
Ventura Luis
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